El sector del embalaje en España está evolucionando rápidamente. Ha pasado de ser un elemento secundario a desempeñar un papel clave en la eficiencia operativa de las empresas.

Tecnología y automatización para mayor eficiencia

El desafío es equilibrar funcionalidad y rentabilidad sin comprometer la seguridad del producto. La tecnología facilita la optimización de procesos, aunque algunas empresas aún son reticentes debido a los costes, cambios generacionales o falta de conocimiento.

En el caso de Embalajes Raja, la adopción de nuevas tecnologías ha reducido el tiempo de embalaje por pedido hasta en un 50%. Requiere menos intervención manual y mejora la eficiencia y consistencia.

La integración de sistemas automatizados, como precintadoras, robots enfilmadores y máquinas de relleno, reduce errores humanos y optimiza el empaquetado. Estos sistemas también detectan fallos en tiempo real, disminuyendo la tasa de devolución y asegurando un embalaje más eficiente.

Digitalización y control de la cadena de suministro

La digitalización, mediante códigos QR, RFID e inteligencia artificial, permite un control preciso del inventario. Esto mejora la trazabilidad de los productos y optimiza la gestión de stock.

El uso de herramientas de análisis de datos y algoritmos predictivos ajusta la producción de embalajes a la demanda real. Así se evita el exceso de inventario y se optimiza el almacenamiento. Además, los nuevos diseños reducen peso y volumen en el transporte, disminuyendo los costes logísticos.

Adaptación a nuevas normativas

Las empresas del sector trabajan para cumplir con las normativas sin perder eficiencia. Un ejemplo es el Real Decreto 1055/2022, que exige informar a los consumidores sobre aspectos medioambientales del embalaje y su gestión como residuo.

La colaboración entre empresas y proveedores es clave para innovar en materiales y procesos. Cumplir con las regulaciones sin afectar la eficiencia es un reto que requiere inversión en nuevas soluciones tecnológicas.