Los jefes de tráfico terrestre se posicionan como los profesionales más buscados en el sector logístico y de transporte para 2025, según un análisis de LHH Recruitment Solutions, consultora del Grupo Adecco.

Para desempeñar este rol, se requiere una formación de grado superior en logística y transporte, así como una experiencia mínima de tres años. La retribución oscila entre los 35.000 y 55.000 euros brutos anuales, dependiendo de la ubicación y la trayectoria del candidato. Este perfil es altamente demandado por operadores logísticos y grandes empresas de sectores como industria, FMCG, farma y petroquímica.

Directores de plataforma: los más cotizados del sector

El estudio también destaca a los directores de plataforma como el perfil más cotizado en logística para el próximo año. En este caso, las empresas buscan ingenieros industriales con especialización en Organización Industrial, o profesionales con un máster en Supply Chain o un MBA, además de una experiencia mínima de ocho años en posiciones similares.

Los salarios para estos cargos varían entre 60.000 y 90.000 euros brutos anuales, con incentivos adicionales de entre 10% y 25% en función de objetivos. Los operadores logísticos de tamaño medio y grande son quienes más buscan este tipo de talento.

El reto del talento: versatilidad y propuesta de valor

El análisis de LHH Recruitment Solutions subraya una dualidad en el mercado laboral entre oferta y demanda. Por un lado, las empresas necesitan talento cada vez más versátil, un recurso que en ocasiones resulta escaso. Por otro, los profesionales buscan una propuesta de valor diferencial que les ayude a elegir entre una empresa u otra.

Desde la perspectiva empresarial, la demanda de talento va más allá de la formación técnica y la experiencia. Las compañías buscan profesionales con competencias estratégicas y habilidades transversales que los conviertan en un activo clave para sus equipos.

En los últimos años, las habilidades más valoradas han evolucionado, priorizando perfiles ágiles, transformadores e innovadores, capaces de adaptarse a entornos dinámicos y aportar valor en distintos niveles organizativos.

Por su parte, los profesionales no solo priorizan la remuneración, sino que también buscan empresas que les ofrezcan proyectos atractivos, alineados con sus valores y en los que puedan desarrollarse profesionalmente en una cultura empresarial afín.