En un mundo cada vez más digitalizado, los centros de procesamiento de datos o data centers se han consolidado como pilares indispensables en el desarrollo de las industrias gracias a su capacidad de almacenar datos de una forma segura e inmediata, disponible desde cualquier lugar que se les requiera.

Y es que el crecimiento de los data centers en América Latina viene avanzando a paso firme. En Chile, por ejemplo, el Plan Nacional de Data Centers busca atraer inversiones por 2.5 millones de dólares con el objetivo de fomentar una industria más sostenible. Además, datos de la consultora Research and Markets (2023) indican que las perspectivas para la región son igual de alentadoras, estimándose que las inversiones en centros de datos alcancen los 9.1 millones de dólares en 2027, con una tasa de crecimiento anual compuesto (CAGR) del 7,13%.

El auge de estos centros de datos en Latinoamérica responde al incremento del uso de tecnologías como 5G, automatización e inteligencia artificial, con el objetivo de aumentar la eficiencia y productividad de las operaciones. Como señala Lina Bernal, directora de Secure Power y experta en automatización y data centers de Schneider Electric: “en países como Perú y Chile la adopción de centros de datos avanzados está en pleno crecimiento. Esto responde a la creciente demanda de servicios digitales y a la necesidad de mejorar la eficiencia energética. Sin embargo, aunque los avances en infraestructura tecnológica son evidentes, la adopción total dependerá de factores como la inversión en tecnología, la regulación y la demanda del mercado local”.

Un futuro sostenible

A pesar de su papel crucial en la economía digital, los data centers también enfrentan un desafío significativo: su elevado consumo energético. Al respecto, Bernal indica que “considerando ese desafío, desde Schneider Electric empleamos soluciones como la refrigeración líquida, el uso de energías renovables y la gestión eficiente de la energía para reducir el impacto ambiental. Este enfoque no solo es importante para la sostenibilidad global, sino también para mejorar la rentabilidad operativa de los centros de datos”.

Estas prácticas también pueden ser aplicadas en sectores como el minero y el energético, donde reducir las emisiones de Alcance 3 es una prioridad.  

“Empresas de estos sectores pueden lograr este objetivo a través de la adopción de energías renovables, el diseño de infraestructuras optimizadas para la eficiencia energética y la implementación de tecnologías avanzadas de gestión de energía. Además, colaborar con proveedores alineados con los objetivos de sostenibilidad y utilizar herramientas de análisis de ciclo de vida es esencial para cumplir con las metas ambientales”, añade la ejecutiva.

En línea con esta tendencia, Schneider Electric ha desarrollado innovaciones que no solo buscan optimizar la eficiencia energética, sino también minimizar el impacto ambiental general. “Hemos liderado el sector al reportar los perfiles ambientales de nuestros productos, cumpliendo con los estándares globales más estrictos. Esto incluye un desglose detallado de los materiales, los impactos ambientales en cada etapa del ciclo de vida y su circularidad”, concluye Bernal.

Y en una era en la que la IA está remodelando las industrias y redefiniendo la competitividad, desde la compañía sostienen que las organizaciones deben buscar soluciones (como el desarrollo de software especializado de gestión de datos y aprendizaje automático) que proporcionen visibilidad del uso de los datos y garanticen su seguridad y confiabilidad antes de su implementación. Luego de la puesta en marcha de estas soluciones de centro de datos de extremo a extremo diseñadas para ofrecer informática sostenible, hoy es posible diseñar e implementar IA con éxito y hacerlo de manera responsable.