El comercio electrónico continúa despegando. De todas las ventas minoristas a nivel mundial, para el 2025, el canal de venta online representará más del 20%, según Gartner.

En cuanto a cifras, de acuerdo al estudio 120+ Economic Statistics, las ventas globales de comercio electrónico alcanzarán los 6,86 billones de dólares en 2025, frente a los 6,33 billones proyectados para 2024, con una tasa de crecimiento anual de alrededor del 8,3%.

“El crecimiento del ecommerce ha superado consistentemente al de las comercializaciones minoristas físicas, lo que refleja un cambio en las preferencias de los consumidores hacia las compras en línea. El uso del comercio móvil también está en auge, impulsado por la comodidad y accesibilidad de los dispositivos móviles, que permiten a los consumidores realizar compras en cualquier momento y lugar”, explicó Juan Pablo Baeza, CEO de Zafepay.

De acuerdo con Baeza, algunos factores que inciden en esta alza son la necesidad de mantener el distanciamiento social luego de la pandemia, lo cual aceleró su adopción en todos los segmentos de la población. Asimismo, la expansión de las redes de banda ancha y la mayor disponibilidad de dispositivos móviles han facilitado las compras en línea. Otros elementos claves, son la mayor confianza de los consumidores y la personalización de la experiencia de venta.

Dicho incremento, dijo, tiene implicaciones importantes para los minoristas, quienes deben adaptarse a las demandas tecnológicas y de experiencia del cliente para seguir siendo competitivos en un entorno cada vez más digital.

“Se espera que continúe siendo uno de los sectores más dinámicos de la economía global en los próximos años. Las empresas que quieran aprovechar esta oportunidad deberán invertir en tecnología, mejorar la experiencia del cliente y adaptarse a las nuevas tendencias del mercado”, afirmó Baeza.

Para finalizar, Juan Pablo Baeza detalló que, a pesar del crecimiento exponencial, el comercio en línea aún enfrenta desafíos como la logística, la seguridad de los pagos y la competencia cada vez mayor. Sin embargo, también ofrece numerosas oportunidades para las empresas que sepan adaptarse a las nuevas tendencias y aprovechar las tecnologías emergentes.

En este sentido, las pymes podrían generar una serie de ventajas que les entregan la posibilidad de competir en igualdad de condiciones, como alcance global, disponibilidad 24/7, personalización, reducción de costos y mayor eficiencia.