El impacto de las megatendencias políticas en las cadenas de suministro
mayo 29, 2025
Escrito por: Jorge Choque
Las cadenas de suministro enfrentan desafíos políticos crecientes: proteccionismo, inestabilidad, supranacionalismo, resiliencia, riesgos, globalización, sostenibilidad, adaptación.

En un mundo marcado por la incertidumbre, las cadenas de suministro globales se enfrentan a desafíos que van mucho más allá de las disrupciones operativas. La creciente complejidad política está alterando profundamente el comercio internacional, generando nuevas tensiones que las empresas deben aprender a gestionar. Desde el regreso del proteccionismo hasta la inestabilidad política, pasando por las tensiones supranacionales, tres grandes fuerzas están reconfigurando el panorama.
Un Análisis de ReSChape: Tres Fuerzas Políticas Transformadoras
En el último análisis realizado dentro del proyecto europeo ReSChape (Reshaping Supply Chains for Positive Social Impact), se han identificado tres grandes fuerzas transformadoras en la dimensión política que están impactando las cadenas de suministro: el proteccionismo, la inestabilidad política y el supranacionalismo. Estas tendencias, que han ganado relevancia en los últimos meses, están reconfigurando las dinámicas comerciales a nivel global.
La Amenaza del Proteccionismo: Una Megatendencia Global
Uno de los fenómenos más destacados en los últimos años ha sido el resurgimiento del proteccionismo, que se ha convertido en una tendencia estructural. Las políticas arancelarias, como las impuestas por Donald Trump a China, son solo un ejemplo visible de un fenómeno mucho más amplio. En palabras de Massimo Cermelli, profesor titular de Economía y Finanzas en Deusto Business School, “el regreso del proteccionismo no es un fenómeno aislado, sino un proceso que ha desencadenado una fragmentación progresiva de las cadenas globales de valor”.
La imposición de aranceles, cuotas y subsidios distorsiona el comercio, creando barreras que obligan a las empresas a replantear sus estrategias de aprovisionamiento y producción. Ante estas nuevas barreras, las empresas están optando por dos principales estrategias:
- Relocalización geográfica de sus operaciones.
- Reconfiguración funcional de las actividades dentro de la cadena de valor.
Sin embargo, ambos enfoques presentan retos importantes, como una mayor complejidad tributaria, ineficiencias logísticas y dependencia de marcos normativos inestables.

Impacto más allá de lo Económico
El proteccionismo no solo altera las dinámicas comerciales, sino que también tiene consecuencias sociales y ambientales. La adopción de estándares ambientales puede verse reducida, los precios finales se incrementan y las poblaciones más vulnerables sufren las consecuencias, especialmente en mercados laborales informales. Este impacto ya es palpable, y la presión sobre las economías emergentes es creciente.
Inestabilidad Política: Una Amenaza Permanente
La inestabilidad política es otro factor que está modificando el panorama global de las cadenas de suministro. Más allá de pandemias o desastres naturales, las crisis políticas, los conflictos armados, los ciberataques y la erosión de las democracias están creando un entorno impredecible para el comercio y la inversión.
Las cadenas de suministro se ven afectadas en múltiples frentes:
- Escasez de materias primas debido a bloqueos comerciales o conflictos.
- Destrucción de infraestructuras vitales para la producción y distribución.
- Volatilidad regulatoria, lo que dificulta la toma de decisiones a largo plazo.
- Pérdida de confianza del consumidor, que impacta directamente en las ventas.
Además, el retroceso de algunos gobiernos en su compromiso con la sostenibilidad y la innovación responsable amenaza los avances alcanzados en términos ambientales y sociales.
Supranacionalismo: Respuesta Colaborativa en un Mundo Fragmentado
A pesar de las crecientes tensiones, el supranacionalismo emerge como una posible respuesta colaborativa. Las instituciones supranacionales, como la Unión Europea o la Organización Mundial del Comercio, tienen el potencial de ofrecer marcos normativos comunes, mecanismos de resolución de disputas y políticas de sostenibilidad integradas.
Sin embargo, el creciente resurgimiento del nacionalismo económico y la proliferación de acuerdos bilaterales debilitan la eficacia de estas instituciones. Como destaca Cermelli, “la proliferación de acuerdos bilaterales y la falta de armonización de estándares sociales y medioambientales agravan las tensiones en las cadenas de suministro”.
Estas tensiones derivan en asimetrías de poder entre los actores globales, inseguridad jurídica y obstáculos para construir ecosistemas logísticos sostenibles a largo plazo. Esto crea un escenario incierto para las empresas, que deben adaptarse rápidamente.
El Desafío de la Resiliencia Estratégica
En este contexto, la dimensión política de las cadenas de suministro se ha convertido en una variable central. Las empresas ya no pueden tratar los factores políticos como elementos externos, sino que deben integrar estos aspectos en su estrategia de resiliencia. En palabras de Amartya Sen, “la sostenibilidad no solo debe ser el objetivo final, sino el principio rector que guíe nuestras decisiones económicas”.
La resiliencia estratégica dependerá de la capacidad de las empresas para anticipar escenarios políticos, construir alianzas resilientes y adoptar modelos de producción más flexibles y menos vulnerables a los cambios geopolíticos. La clave será diseñar arquitecturas logísticas más ágiles, responsables y adaptativas que permitan afrontar los riesgos inherentes a un entorno tan impredecible.
Construir Cadenas de Suministro Más Sostenibles y Justas
El desafío es claro: construir cadenas de suministro más robustas, pero también más justas y sostenibles. En un mundo que redefine sus reglas a la velocidad de la geopolítica, las empresas deben adaptarse rápidamente a los cambios, entendiendo que la resiliencia no solo depende de la eficiencia económica, sino también de la capacidad para responder a las demandas sociales y ambientales.
Como sostiene Martha Nussbaum, “la sostenibilidad y la equidad deben ser los pilares sobre los cuales se construyan nuestras futuras estrategias económicas”. Para lograrlo, será esencial que las empresas no solo enfrenten los desafíos inmediatos, sino que también se posicionen para el futuro, creando un comercio global que sea, al mismo tiempo, más justo y más resistente.
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