Las organizaciones que integran el Comité Nacional del Transporte por Carretera han advertido sobre la escasa eficacia del nuevo decreto de ayudas promovido por el Ministerio de Transportes.

La medida, aprobada en abril, contempla ayudas para sufragar la obtención del permiso de conducción de camión a estudiantes que finalicen el título de Formación Profesional en “Conducción de Vehículos de Transporte por Carretera”.

Sin embargo, según datos del Ministerio de Educación y Formación Profesional, esta formación solo cuenta con alrededor de 200 alumnos en toda España. El impacto real de la ayuda sería inferior al 1 % de los nuevos profesionales que el sector demanda actualmente.

Propuesta de una segunda línea de ayudas

Ante esta situación, los representantes del transporte por carretera han solicitado al Ministerio una segunda línea de ayudas. Esta iría dirigida a todas aquellas personas que obtengan el Certificado de Aptitud Profesional (CAP) inicial, requisito obligatorio para ejercer como conductor profesional.

El objetivo es reducir la barrera económica que supone obtener tanto el permiso de conducir como el CAP, facilitando así la incorporación de nuevos profesionales al sector.

Sistema de cheques formación como modelo viable

Como alternativa, el Comité Nacional del Transporte propone implementar un sistema de cheques formación, inspirado en experiencias anteriores desarrolladas por algunas comunidades autónomas.

Este modelo permitiría conceder ayudas directas a los solicitantes que hayan obtenido el CAP inicial. El importe estimado sería de 600 euros por persona, y los fondos se destinarían hasta agotar la partida presupuestaria asignada.

Los cheques podrían canjearse en centros de formación autorizados para impartir tanto el CAP como los permisos profesionales de conducción. La gestión seguiría un esquema similar al que se aplicó con el programa “Cheque Moderniza” del Ministerio de Transportes.

Falta de relevo generacional

El déficit estructural de conductores profesionales es una preocupación creciente en el sector del transporte por carretera. Fenadismer, junto a otras asociaciones profesionales, advierte que esta problemática se agravará si no se adoptan medidas efectivas.

La edad media de los conductores con permiso profesional de clase C+E se concentra entre los 45 y 65 años. Este grupo representa el 64 % del total de conductores profesionales en activo.

El relevo generacional es insuficiente: actualmente se jubilan más conductores de los que se incorporan al mercado. Esta brecha genera una falta de cobertura estimada en 30.000 puestos en España, lo que compromete la sostenibilidad operativa del sector en el corto y medio plazo.

Un reto prioritario para la sostenibilidad del transporte

El envejecimiento de la fuerza laboral y la baja incorporación de jóvenes profesionales constituyen un reto estratégico para la cadena de suministro nacional.

El Comité Nacional del Transporte insiste en la necesidad de desplegar políticas públicas eficaces que fomenten la profesionalización, reduzcan las barreras económicas de acceso y garanticen el relevo generacional.

La viabilidad del transporte por carretera, pieza clave en la logística española, dependerá de la capacidad para atraer y formar nuevos perfiles profesionales.