La naviera japonesa Nippon Yusen Kabushiki Kaisha (NYK) invertirá 75 millones de euros en una nueva terminal pública de vehículos. El proyecto ha sido adjudicado por 27 años por el Consejo de Administración del Puerto de Barcelona.

La terminal ocupará 101.058 m² y será la tercera dedicada al tráfico ro-ro de automóviles en el recinto portuario. Su objetivo es dar respuesta al creciente flujo de vehículos nuevos, especialmente eléctricos, procedentes de Asia con destino a Europa.

Alta capacidad y sostenibilidad operativa

NYK opera actualmente una flota de 96 car carriers y gestiona 17 terminales ro-ro, principalmente en Asia y Europa del Norte. Con esta nueva infraestructura, la naviera prevé manejar hasta 180.000 vehículos al año a partir de 2028, mayoritariamente importados.

La mayor parte de la inversión se destinará a construir un silo automático con capacidad para 8.160 vehículos, el cual estará equipado con una instalación fotovoltaica capaz de generar 3.211 MWh anuales. Todos los equipos de manipulación y transporte serán 100% eléctricos, alineándose con los objetivos de descarbonización del puerto.

La terminal estará operativa a comienzos de 2027 y representa la inversión más importante realizada por una empresa japonesa en un puerto español.

Conectividad intermodal y expansión ferroviaria

El nuevo recinto estará ubicado junto a la terminal ferroviaria del muelle Príncep d’Espanya. Esta instalación ya opera trenes de 750 metros en anchos UIC, ibérico y métrico. Además, se añadirá una cuarta vía para facilitar el movimiento de hasta 10 convoyes semanales.

NYK también es copropietaria (50%) de la naviera United European Car Carriers (UECC), especializada en la logística de vehículos en Europa. Esta alianza permitirá que el Puerto de Barcelona se consolide como un hub estratégico para la distribución automotriz hacia la Unión Europea, el Mediterráneo, el norte de África y Turquía.

Declaraciones institucionales

José Alberto Carbonell, presidente de Port de Barcelona, afirmó: «La oferta de NYK encaja plenamente con nuestros objetivos, consolidando al Port de Barcelona como hub logístico para vehículos en un momento de importantes cambios en las cadenas de distribución en este sector. Su apuesta por la intermodalidad y la construcción de una terminal sostenible también está alineada con nuestra apuesta por la descarbonización».